(por Carlos Monsivais, con motivo de los 70 años del poeta JEP)
"Mientras me afeito y escucho un concierto de cámara me niego a recordar que tanta belleza sobrenatural, la música vuelta espuma del aire, no sería posible sin los árboles destruidos (los instrumentos musicales), el marfil de los elefantes (el teclado del piano), las tripas de los gatos (las cuerdas).Del mismo modo, no importan las esencias vegetales, las sustancias químicas ni los perfumes añadidos, la materia prima del jabón impoluto es la grasa de los mataderos. Lo más bello y lo más pulcro no existirían si no estuvieran basados en lo más sucio y en lo más horrible. Así es y será siempre por desgracia."
Nubes
En un mundo erizado de prisiones
Sólo las nubes arden siempre libres
No tienen amo, no obedecen órdenes,
Inventan formas, las asumen todas.
Nadie sabe si vuelan o navegan,
Si ante su luz el aire es mar o llama.
Tejidas de alas son flores del agua,
Arrecifes de instantes, red de espuma.
Islas de niebla, flotan, se deslíen
Y nos dejan hundidos en la Tierra.
Como son inmortales nunca oponen
Fuerza o fijeza al vendaval del tiempo.
Las nubes duran porque se deshacen.
Su materia es la ausencia y dan la vida.
“Nubes” es notable en varios sentidos, convierte un elemento del paisaje de siempre en un cielo autónomo, identifica a las nubes con la libertad y la potencia que no conocerán los mortales, hace del recorrido por el aire una empresa que sólo atisba por instantes la mirada, ese testigo tan hecho de fragmentos. Las nubes son un descubrimiento de un poeta que crea mundos alternos o, las más de las veces, relatos donde el paisaje interior está hecho de constancias dolorosas y de alegrías secretas. A todo esto lo anima una certeza bíblica: en el principio era el Verbo y el Verbo era Dios y el Verbo era con Dios, sin teología o creencias religiosas adjuntas, pero sí con la fe en los poderes de la palabra que identifica micro-relato y poema, constancia del fin y melancolía que sustituye a la escenificación del dolor. Y en todo momento la decisión de fabular:
Avidez
“Esta frágil belleza no durará”,
Dice la tierra seca a la gota de agua.
Fracaso
Miseria,
Incurable miseria de la poesía:
Intentar un poema que describa
A qué sabe el sabor del agua.
Fábula, apólogo, parábola. Ocasionalmente, un relato más largo con la circularidad tan apreciada por Pacheco, la del “Como me ves te verás”. En el poema “El señor Morón y La Niña de Plata, o una imagen del deseo”, el galán fallido, Morón, oculto en el otoño de su descontento, es el objeto de la burla de los adolescentes que no entienden cómo se puede invadir el territorio sagrado: “Este mundo es el nuestro. En él no entra nadie/ Que no tenga veinte años como nosotros”. En el quinto acto de este cuento, Morón, previsor y profético, le envía un mensaje al relator al que supone el gozador afortunado de la Niña de Plata:
Goza de tu victoria porque un día
Tú serás como yo el intruso,
El viejo asqueroso,
El señor Morón
Que va en pos de un deseo imposible,
Huele a colonia Sanborns
Y lleva un ramo de rosas.
“Ya te acicalarás noche tras noche
Para ocupar tu asiento en primera fila”
Odio
Para ser Dios a la palabra Odio le falta una letra y le sobra otra.
No obstante, ejerce la potestad absoluta sobre nosotros.
Hay declaraciones contra todo excepto contra el odio.
En los edificios vemos letreros: No entre, no pase, no se detenga, no pregunte, no hable.
Jamás he visto ninguna que ordene: No odie.El odio como el aire lo llena todo.
Su expansión satura de rabia al mundo.
Inventamos artefactos que le dan rienda suelta y lo multiplican en infinitas series de venganzas.
O-d-i-o. La d son las fauces que devoran al planeta.
La i, la espada y la flecha que nos aniquilan.
La primera o es un cero a la izquierda: la inutilidad de querer derrotarlo.
La segunda o es otro cero y esta vez simboliza la mutua aniquilación a la que el odio nos condena.
((El amor no está presente en La edad de las tinieblas, no tendría lugar en la ronda de aproximaciones al reality-show o a los elementos terrestres. José Emilio Pacheco en estos dos libros (Como la lluvia y La edad de las tinieblas (ediciones Era)) nos da la oportunidad de intervenir admirativamente en su despliegue de maestría, de inteligencia poética y de pesimismo que en el transcurso de los textos deja de ser ideología para transformarse, con o sin moralejas, sólo en literatura.Felicidades, José Emilio Pacheco.))
lunes, 29 de junio de 2009
miércoles, 17 de junio de 2009
Apatico y Pesimista...=(
"votar es participar, anular es aspirar a mas..."
-Denise Dresser-
estoy de acuerdo pero...
el IFE al decidir que aunque la mayoría sea voto nulo serán validas las elecciones... osea les vale madres si en dado momento el pueblo ya encabronado y harto les dice mediante el voto nulo no estamos de acuerdo, no estamos conformes, no los queremos, ya basta...
¿eso es democracia? ¿ese seria el poder del pueblo?...
bien dicho y analizado al decir que el sistema político a sido creado para simplemente mantener el poder y la impunidad a la par, para hacer de un ideal de representatividad del pueblo, una burda, cínica y mórbida simulación... un circo, una estupidez...
la verdad encuentro muy desalentador el panorama político y quien no en este país precisamente... podemos darles el poder pero no podemos castigarlos cuando se desentienden y no cumplen con sus obligaciones, con los compromisos que asumieron al estar en campaña... (ya ni siquiera votando por la corriente contraria del partido al que supuestamente se le quiera castigar, en peligro y votas por el otra vez... les vale madres y se cambian de partidos...hueso es hueso)
el político simplemente es la punta del iceberg del sistema ineficaz y corrupto político del que somos partidarios cada vez que con la esperanza marcada en una tacha le cedemos a algún candidato de un partido... si es que llegamos a conocerlo y a siquiera enterarnos de que es lo que se propone encaminar...
¿tendremos el gobierno que merecemos?...
tal vez... y es que desde hace mucho tiempo el fantasma del abstencionismo a tenido partida... apatía.. pesimismo... indiferencia... ignorancia... desilusión... no lo se, tal vez todo tenga que ver...
han sido generación tras generación las desiluciones, los golpes, el abuso, el cinismo, el total descaro... pero como buenos cobardes muchas ocaciones decidimos fugarnos en la buena droga (televisión, iglesia, indiferencia, valemadrismo, etc...). (buen tema a tratar después)
ahora como nueva opción, (no nueva pero la que se esta promoviendo actualmente con algo de fuerza) la de moda, es la anulación... el emitir una desición que quiere decir que se aspira a mas, o un mensaje de que se les a pillado y ya no tienen mas nuestro perdón ni otra oportunidad...
el voto nulo puede no ser la mejor opción... o ni siquiera una buena opción... es mas hasta se dice que es una mala opción... pero al parecer todo lo que se quiere simplemente es otra opción fuera del gremio monopolico de los partidos políticos, al parecer lo que se quiere es alzar la voz simbolicamente mediante un derecho que a sido siempre sujeto a mofas y burlas por las actitudes de funcionarios y candidatos que llegando y teniendo el poder simplemente ocurre un reset en su disco de promesas... (tal vez tienen la regresión de cuando estaban en la escuela estudiaban arduamente para un examen y saliendo de el ocurría eso... un borrón, un ya no me interesa nada, un no me acuerdo ya de nada y ni me pregunten...)
desgraciadamente seguirán así, desgraciadamente seguirá arraigado su poder a la estupidez e ignorancia del mexicano... nos tienen bien tomada la medida (se tomaron muy en serio y les a resultado: "al pueblo pan y circo"... en muchos lados del mundo si no es que en muchisisisimos esa también es la formula), por eso tal vez si les a llegado a inquietar una contra campaña, un indicio de inconformidad por cada vez mas gente, un pequeño calambre, tal vez sin importancia pero saben del poder de la unidad de la gente y eso si estoy seguro les preocupa...
si votamos o anulamos el voto... el compromiso del mexicano esta en informarse y conocer, educarse, aprender, ocuparse y saber exigir... para poder y también saber decidir...
lunes, 8 de junio de 2009
PROCESO... ANALISIS...
A CONTINUACION TRANSCRIBO EL SIGUIENTE ARTICULO QUE MAS QUE ACERTADO ME PARECIO EXCELENTE...
El narcotráfico como coartada
JORGE CARRASCO ARAIZAGA
MÉXICO, D.F., 5 de junio (apro).- Legitimado con el tema del narcotráfico, Felipe Calderón decidió hacer de los operativos policíaco-militares su gran apuesta política para la segunda mitad de su gobierno.
Ante la perspectiva de un nuevo Congreso adverso, el Elliot Ness de Los Pinos –como lo caracterizó Obama– quiere evitar a toda costa lo que le ocurrió a quien lo dejó en la Presidencia de la República.
Cuando Vicente Fox perdió las elecciones del 2003 y el PAN no pudo tener la mayoría en la LIX Legislatura, su gobierno quedó prácticamente estancado, profundizando su incapacidad para gobernar en un sistema de fuerte competencia política.
Si hace seis años el PAN fracasó en convencer a la población para que le diera la mayoría, con su lema "quítale el freno al cambio", ahora Felipe Calderón optó por repetir la estrategia del miedo y odio que explotó en el 2006 y dejó profundamente divididos a los mexicanos.
De nueva cuenta, plantea un supuesto dilema: votar por "el pasado que dejó crecer el narcotráfico" o por el presente en que "se está actuando para que la droga no llegue a tus hijos".
Para reforzar su propaganda, ha echado mano del aparato policíaco y militar, utilizando a las Fuerzas Armadas, en especial al Ejército, y a la PGR con propósitos políticos.
El uso y abuso de la fuerza del Estado para objetivos políticos es propio de los regímenes autoritarios, de izquierda o de derecha.
En España, el recurso del miedo lo intentó José María Aznar cuando ocurrieron los atentados del 11 de marzo de 2004 y pretendió capitalizar la aprensión ciudadana al responsabilizar a la terrorista organización separatista vasca ETA.
Al Qaeda pronto lo desmintió al reivindicar el ataque como una represalia por el apoyo que la España de Aznar le dio a Bush para invadir Irak.
Aznar intentó lucrar con un tema que los españoles, desde el inicio de su transición democrática –a la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975– acordaron sacarlo de la competencia política.
Para los españoles, el problema del terrorismo es un asunto de seguridad nacional y como tal no debe ser explotado políticamente, si bien forma parte de la agenda y el debate político.
En México, el tema del narcotráfico también es un problema de seguridad nacional, pero Calderón se lo apropió para lucrar políticamente. Dentro y fuera de México existe la convicción de que ante la falta de legitimidad, recurrió a ese problema para ganarse el reconocimiento que no obtuvo en las urnas.
Lo hizo sin tener un verdadero plan. Y es hora que sigue sin tenerlo. El propuesto embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, lo dejó claro apenas en marzo pasado en un documento –supervisado por él desde el Brookings Institution– en el que señala que las acciones de Calderón no van a ningún lado, excepto a presionar todavía más las cárceles mexicanas (Proceso 1693, del 12 de marzo de 2009).
Nadie dice que no se deba enfrentar al narcotráfico. Como un problema que erosiona la seguridad de la nación, requiere de una visión de Estado, compartida por toda la clase política y los tres Poderes. Pero desde la Presidencia, por ya casi 15 años, ni el PRI ni el PAN han propiciado un acuerdo sobre el tema.
Cada uno dice tener la solución; crean sus propias instituciones y modifican la ley a su acomodo: Lo hizo Ernesto Zedillo con la Policía Federal Preventiva; Fox, con la Agencia Federal de Investigaciones, y ahora Calderón desaparece a las dos y crea la Policía Ministerial de Investigación y la Policía Federal. El que venga y el que le siga crearán sus propias instancias. Y el problema crece sin parar.
En el tema, Calderón actúa más por necesidad política. Puso el ejemplo con Michoacán para que los panistas hagan de la narcopolítica el tema electoral. Así se explican las acusaciones de la senadora panista Teresa Ortuño contra el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza.
Los panistas intentan explotar una realidad incuestionable: la protección al narcotráfico desde diferentes niveles de la política. Pero en esa realidad también está el PAN.
Más perverso todavía es que Calderón y el PAN usen los expedientes como chantaje y los cambien por distritos electorales.
Si es cierto lo que dice, que está dispuesto a dar su vida, Calderón podría empezar por el pasado inmediato y revisar el crecimiento desbordado del narcotráfico durante el gobierno de Fox.
Es algo que tiene a la mano, pues su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y su procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, ocuparon puestos clave con Vicente Fox. El primero en la AFI –creada por él mismo– y el segundo, en el Cisen y en la Secretaría de Seguridad Pública.
Que expliquen, por ejemplo, a quiénes les pagó Joaquín El Chapo Guzmán por toda la cobertura política, policial o militar que ha tenido desde que lo dejaron escapar del penal de Puente Grande, a sólo tres semanas de la llegada de Fox.
Por cierto, Medina Mora tiene un especial interés en dejar en paz a El Chapo, pues ha insistido en que "dejó de ser importante" en el cártel del Pacífico.
Si de ese nivel es el interés de Calderón por enfrentar al narco, su alegada valentía no pasará de una irresponsable y nociva bravuconada.
El narcotráfico como coartada
JORGE CARRASCO ARAIZAGA
MÉXICO, D.F., 5 de junio (apro).- Legitimado con el tema del narcotráfico, Felipe Calderón decidió hacer de los operativos policíaco-militares su gran apuesta política para la segunda mitad de su gobierno.
Ante la perspectiva de un nuevo Congreso adverso, el Elliot Ness de Los Pinos –como lo caracterizó Obama– quiere evitar a toda costa lo que le ocurrió a quien lo dejó en la Presidencia de la República.
Cuando Vicente Fox perdió las elecciones del 2003 y el PAN no pudo tener la mayoría en la LIX Legislatura, su gobierno quedó prácticamente estancado, profundizando su incapacidad para gobernar en un sistema de fuerte competencia política.
Si hace seis años el PAN fracasó en convencer a la población para que le diera la mayoría, con su lema "quítale el freno al cambio", ahora Felipe Calderón optó por repetir la estrategia del miedo y odio que explotó en el 2006 y dejó profundamente divididos a los mexicanos.
De nueva cuenta, plantea un supuesto dilema: votar por "el pasado que dejó crecer el narcotráfico" o por el presente en que "se está actuando para que la droga no llegue a tus hijos".
Para reforzar su propaganda, ha echado mano del aparato policíaco y militar, utilizando a las Fuerzas Armadas, en especial al Ejército, y a la PGR con propósitos políticos.
El uso y abuso de la fuerza del Estado para objetivos políticos es propio de los regímenes autoritarios, de izquierda o de derecha.
En España, el recurso del miedo lo intentó José María Aznar cuando ocurrieron los atentados del 11 de marzo de 2004 y pretendió capitalizar la aprensión ciudadana al responsabilizar a la terrorista organización separatista vasca ETA.
Al Qaeda pronto lo desmintió al reivindicar el ataque como una represalia por el apoyo que la España de Aznar le dio a Bush para invadir Irak.
Aznar intentó lucrar con un tema que los españoles, desde el inicio de su transición democrática –a la muerte del dictador Francisco Franco, en 1975– acordaron sacarlo de la competencia política.
Para los españoles, el problema del terrorismo es un asunto de seguridad nacional y como tal no debe ser explotado políticamente, si bien forma parte de la agenda y el debate político.
En México, el tema del narcotráfico también es un problema de seguridad nacional, pero Calderón se lo apropió para lucrar políticamente. Dentro y fuera de México existe la convicción de que ante la falta de legitimidad, recurrió a ese problema para ganarse el reconocimiento que no obtuvo en las urnas.
Lo hizo sin tener un verdadero plan. Y es hora que sigue sin tenerlo. El propuesto embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, lo dejó claro apenas en marzo pasado en un documento –supervisado por él desde el Brookings Institution– en el que señala que las acciones de Calderón no van a ningún lado, excepto a presionar todavía más las cárceles mexicanas (Proceso 1693, del 12 de marzo de 2009).
Nadie dice que no se deba enfrentar al narcotráfico. Como un problema que erosiona la seguridad de la nación, requiere de una visión de Estado, compartida por toda la clase política y los tres Poderes. Pero desde la Presidencia, por ya casi 15 años, ni el PRI ni el PAN han propiciado un acuerdo sobre el tema.
Cada uno dice tener la solución; crean sus propias instituciones y modifican la ley a su acomodo: Lo hizo Ernesto Zedillo con la Policía Federal Preventiva; Fox, con la Agencia Federal de Investigaciones, y ahora Calderón desaparece a las dos y crea la Policía Ministerial de Investigación y la Policía Federal. El que venga y el que le siga crearán sus propias instancias. Y el problema crece sin parar.
En el tema, Calderón actúa más por necesidad política. Puso el ejemplo con Michoacán para que los panistas hagan de la narcopolítica el tema electoral. Así se explican las acusaciones de la senadora panista Teresa Ortuño contra el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza.
Los panistas intentan explotar una realidad incuestionable: la protección al narcotráfico desde diferentes niveles de la política. Pero en esa realidad también está el PAN.
Más perverso todavía es que Calderón y el PAN usen los expedientes como chantaje y los cambien por distritos electorales.
Si es cierto lo que dice, que está dispuesto a dar su vida, Calderón podría empezar por el pasado inmediato y revisar el crecimiento desbordado del narcotráfico durante el gobierno de Fox.
Es algo que tiene a la mano, pues su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y su procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, ocuparon puestos clave con Vicente Fox. El primero en la AFI –creada por él mismo– y el segundo, en el Cisen y en la Secretaría de Seguridad Pública.
Que expliquen, por ejemplo, a quiénes les pagó Joaquín El Chapo Guzmán por toda la cobertura política, policial o militar que ha tenido desde que lo dejaron escapar del penal de Puente Grande, a sólo tres semanas de la llegada de Fox.
Por cierto, Medina Mora tiene un especial interés en dejar en paz a El Chapo, pues ha insistido en que "dejó de ser importante" en el cártel del Pacífico.
Si de ese nivel es el interés de Calderón por enfrentar al narco, su alegada valentía no pasará de una irresponsable y nociva bravuconada.
domingo, 7 de junio de 2009
martes, 2 de junio de 2009
La CoRrECtA DefINiCIon...
para todos aquellos que aun no saben por quien votar, primero que nada enterense de lo que es un diputado...
esta genialidad y joya fue extraida del blog de los monos de patricio... la cual se encuentra a su lado derecho en este blog...
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